Para ser recitado en la barca de Caronte



Sostuvo Joseph Campbell que el mito simplemente nos habita. Y toda la fuerza de un poeta tal vez pase por esa misma entrega, por ese dejarse habitar por el mito, por el poema. El poeta canta, y en cada canto hay contenidas formas novedosas de transitar la luz, la oscuridad, de aceptar el principio y el fin. Puede ser que la sabiduría se trate de encontrar el sitio del cual partir.


Para ser recitado en la barca de Caronte
(Horacio Castillo)

El paisaje es más hermoso de lo que habíamos imaginado: 
Horacio Castillo
estas murallas que caen a pico sobre nosotros,
aquel sol negro descendiendo sobre la laguna,
allá, a estribor, un arco iris que refracta la niebla.
Pero esta moneda de hierro entre los dientes,
este óbolo que debemos morder hasta el término del viaje,
cierra la boca que desea cantar.
Cantar para estas almas tristes sentadas en el banco,
mientras el cómitre marca con el látigo el compás,
mientras ordena remar sin interrupción,
cada vez más fuerte, cada vez más rápido, más lejos de la luz.


Horacio Castillo (1934-2010)

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