Decir Basta

La violencia emocional es la más frecuente de todas. Afecta tanto a hombres como a mujeres, nadie está exento. Nadie está libre. Nadie es lo suficientemente fuerte para no sentirse afectado por ella y todos en mayor o menor medida la ponemos en práctica. No es una "cuestión de género" sino una cuestión de actitud o una suma de actitudes. Podemos simular que tenemos una autoestima indestructible pero a la larga el dolor aparece. Este tipo de violencia consiste en actos concretos pero también en omisiones que se expresan a través de prohibiciones tácitas y coacciones, mudos condicionamientos, intimidaciones, amenazas, actitudes devaluatorias o abandono; insultos, burlas, gestos agresivos o simplemente el silencio. Las agresiones de este tipo humillan, ofenden y asustan a la otra persona y tienen repercusiones en la autoestima, en la seguridad y en la estabilidad emocional, sobre todo cuando vienen de personas queridas porque el peor daño es el que está implícito en las sutilezas.

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