¿Qué somos?




Todos amamos, todos deseamos y todos necesitamos de los demás. La raza humana es una gran familia o así debería ser, pero no por eso cada uno de nosotros deja de ser un individuo pensante que debe tomar decisiones sin tener que consultarlas. Cuando tu existencia depende de la voluntad de otro no sos vos quien existe, tampoco sos quien decide. Parece que decidís pero no decidís nada. Buena o mala, siempre será la voluntad de otro. Somos seres sociales, eso somos. Es sano no poder sólo ¿Quién puede? Lo que no es sano es la dependencia emocional, psicológica o material que ponemos en práctica todos los días para evadirnos de nosotros mismos. Es hermoso compartir la vida pero así no. Estamos hechos de momentos que no son el trabajo, ni las obligaciones, ni los viajes en subte. Eso no es vivir y no somos nada de todo eso que hacemos para fingir que vivimos. Somos momentos, pero de los otros. Somos Latidos, somos Palabra, somos Recuerdo, somos Libres. Es hermoso compartir la vida pero nunca pegados a otro como una sombra. Dulcemente o no, quien domina tus acciones no te ama. Quien te humilla con cariño tampoco te ama. Se humilla con mucho más que palabras, se humilla con actitudes y las de todos los días son las peores. Están contaminadas con la vulgaridad inmunda del día a día, con el aburrimiento, con las horas, con el tedio, con los días enteros que siempre son lo mismo. No es diciendo Te Amo que se pone en práctica el amor. No hay veneno más amargo que la felicidad fingida. Vale mil veces más ser esclavo de tus propios deseos que esclavo de la voluntad de otro.

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